domingo, 16 de septiembre de 2012

DECLARACIÓN DE LA PROTESTA GENERAL CONTRA LAS POLÍTICAS ANTISOCIALES DEL GOBIERNO



Madrid, 15 de septiembre de 2012 








Hoy, 15 de septiembre de 2012, centenares de miles de trabajadores y trabajadoras, de 
ciudadanos y ciudadanas respondemos en un clamor multitudinario al llamamiento de la 
Cumbre social para expresar el rechazo que nos merecen las políticas del Gobierno por 
su carácter antieconómico, antisocial y autoritario. 
El pasado 25 de julio, 150 organizaciones de la sociedad civil, que agrupan a más de 
900 asociaciones y entidades,  nos reunimos  en lo que denominamos Cumbre Social 
para reflexionar sobre la situación por la que está atravesando nuestro país, la naturaleza 
y las consecuencias económicas y sociales de las políticas que se están llevando a cabo 
por el Gobierno de la nación, en connivencia con la Unión Europea, y para mancomunar 
la respuesta social con el objetivo de promover un cambio sustancial de las mismas. 
Vimos entonces cómo las políticas que se están aplicando desde mayo de 2010, y que se 
han intensificado desde la llegada del PP  al Gobierno, están suponiendo una fractura 
social sin precedentes: Se sigue destruyendo empleo; se siguen deteriorando los 
derechos laborales y sociales; se intensifica la devaluación de nuestro Estado de 
Bienestar; se promueve una involución  ideológica de carácter neoconservador y 
confesional negando a las mujeres el derecho a decidir sobre su salud sexual y 
reproductiva, profundizando la división sexual  del trabajo, reduciendo los recursos 
contra la violencia de género, criminalizando a la población inmigrante,… y aparecen 
síntomas preocupantes de autoritarismo  político que amenazan la calidad de nuestro 
sistema democrático. No existe ningún colectivo, ni ámbito de la  actividad social y 
cultural, que se libre de las consecuencias de estas políticas, salvo los poderes 
económicos y las élites que los representan. Todo ello, sin que en estos dos años largos  
de políticas neoliberales a ultranza aparezca el más mínimo indicio de superación de la 
crisis, antes al contrario, se profundiza la recesión económica. 
El mundo del trabajo, los empleados y empleadas públicos, los desempleados y los 
pensionistas, los autónomos, el pequeño comercio; el mundo de la cultura y la ciencia; 
la justicia; el medio rural; los medios de comunicación y los periodistas, los 
inmigrantes, los jóvenes; la seguridad ciudadana, la sanidad, la educación, la 
dependencia y los servicios sociales; el medio ambiente y las posibilidades de un 
modelo económico sostenible, los derechos  de los consumidores, la actividad de las 
organizaciones que trabajan con los más empobrecidos y que practican la cooperación al 
desarrollo, … TODO y TODOS y TODAS estamos sufriendo las consecuencias de unas 
políticas que nos llevan a un cambio de modelo social y nos arrastran hacia una 
sociedad más injusta, menos igualitaria  y más autoritaria, rompiendo los consensos 
básicos establecidos en la transición democrática.  2
Durante este verano hemos sufriendo centenares de incendios repartidos por toda 
nuestra geografía que podrían haberse evitado o, al menos, haber sido menos 
devastadores si no se hubiesen recortado los recursos dedicados a ello ni destruido la 
ganadería extensiva como elemento de limpieza de los montes; la presión social obligó 
al Gobierno a prolongar la ayuda a los parados que no perciben ninguna prestación, pero 
reduciendo muy significativamente el número de beneficiarios de la misma, cebándose 
muy especialmente en los jóvenes; se ha  intensificado la persecución de aquellas 
organizaciones no sumisas a las directrices del poder, ha continuado el cerco del 
Gobierno central hacia las corporaciones locales, particularmente las menores, y hacia 
las CCAA y ha aumentado exponencialmente  el riesgo de rescate de la economía 
española. 
Hoy expresamos como una sola voz el profundo rechazo que nos merecen estas 
políticas; decimos alto y claro que existen alternativas a las políticas europeas y 
nacionales, empezando por una política fiscal más justa y progresiva y una decidida 
lucha contra el fraude fiscal sin amnistía para los defraudadores.  
Hoy también, nos concentramos aquí para cuestionar democráticamente la legitimidad 
del Gobierno para llevar a cabo unas medidas que no formaron parte de su programa 
electoral. REFERÉNDUM YA! 
Ninguna de las medidas que, desde enero, se vienen aplicando se sometió a la 
consideración de la ciudadanía en las pasadas elecciones del 20 de noviembre. Cada una 
de ellas de manera aislada ya supone un ejercicio de ocultación suficientemente grave, 
pero todas juntas, como programa de acción gubernamental, suponen un auténtico 
fraude democrático y una violación de los derechos humanos y de la ética de la política. 
El mal llamado rescate que negocia el Gobierno, y que no se puede enmascarar 
tildándolo de blando o de suave, ni es inevitable ni deseable con los antecedentes 
conocidos. Países como Grecia, Irlanda o Portugal están hoy peor que cuando fueron 
rescatados. El rescate, de llevarse a  cabo, supondrá nuevas condiciones y por tanto 
nuevos recortes, que amenazan con desbaratar lo poco que se mantiene en pie, 
prestaciones por desempleo, pensiones,… 
Ésa es una decisión de tal trascendencia que no puede tomarla el Gobierno por sí solo. 
Si antes teníamos suficientes motivos para exigir un Referéndum, ahora más. 
La Constitución Española contempla en su artículo 92.1 la posibilidad de que ante 
decisiones de especial relevancia se recurra a la consulta popular, eso es lo que da 
sentido y fortalece nuestra democracia, lo que en momentos tan críticos es justo que 
demandemos.   
La ciudadanía debe tener la posibilidad de expresarse.  
Desde mañana mismo nos proponemos llevar  hasta el último rincón del país la 
exigencia de REFERÉNDUM,  en lo que tiene que ser una masiva exigencia de que la 
ciudadanía no sea relegada a  condición de vasallos sino que sea considerada como el 
sujeto que da sentido a la palabra DEMOCRACIA.  3
La campaña para exigir un Referéndum debe ser por sí misma una gran movilización 
ciudadana, pero la movilización ni empieza hoy ni acabará con ella. Si el Gobierno se 
empecina en esta deriva antisocial y autoritaria, si se resiste a escuchar la voz de la 
sociedad, habrá nuevas movilizaciones y éstas serán más numerosas, contundentes y 
generales. 
  Vamos! Quieren arruinar el país, ¡hay que impedirlo!