Reflexiones para mentes despejadas
El síndrome de
Rajoy ha llegado también a Carrefour a
través de sus voceros. A saber: han dejado que la pelota fuera creciendo y
creciendo...llevamos más de un año sufriendo los efectos de sus insoportables
acuerdos con la Patronal y Fetico en silencio, por si nosotros olvidamos su
inmundicia.
Pero las
jornadas de nueve horas, los turnos partidos, los sábados maratonianos, los
festivos y domingos trabajados, la falta de conciliación de la vida laboral y
familiar que vivimos día a día no nos permiten olvidar
Y el pasado
2 de octubre de forma sorpresiva-más bien amañada y planificada por Carrefour y
sus siervos fetiqueros - nos encontramos QUE ANUNCIAN a bombo y platillo Fetico-
la reunión de la comisión del art. 41 el día anterior donde nuestros salvadores
ponen de manifiesto que se han dado cuenta de la existencia de un ERROR
INFORMATICO que ha impedido el disfrute de los cinco sábados recogido en el
Convenio Colectivo.
¿Cómo es
posible que piensen que podemos creer sus patrañas? ¿No será que ven próxima la
vista de la impugnación del convenio –el 24 de octubre- y quieren presentar una
imagen menos revulsiva de la realidad? y poder justificarse legalmente ante los
magistrados, a ver si cuela.
Claro, que
con el anterior Convenio ya les ganamos en los tribunales el reconocimiento de
los cinco sábados que no aplicaban y Fetico nos excluyó de su aplicación por el acuerdo del verano 2012.
Desde la UGT
hemos presionado, denunciado y reclamado
para que se cumpliese con el disfrute de los cinco fines de semana, pero
qué curioso cuando se ha intentado llevar al foro del intercentros siempre han
pasado el rodillo fetiquero para impedir que se hablase de este tema o
cualquiera referente a los horarios. Censuran sin rubor alegando su mayoría y
cuando les puede reventar la pelota nos quieren meter el gol informático. Lo
más grave es que han de modificar el calendario de este último trimestre para
poner los cinco sábados y ello va a significar requeterrecargar el recargado
calendario.
Lo que decíamos el
efecto Rajoy ha llegado a Fetico